El cannabis es un miembro de la familia del cannabis y tiene una gran importancia histórica en Oriente Medio y Asia debido a sus propiedades medicinales. Esta hierba de floración anual exhibe características dioicas, con órganos reproductores masculinos y femeninos ubicados en plantas separadas, lo que permite la polinización abierta.
El cannabis tiene una amplia gama de usos y se utiliza para fibra, semillas oleaginosas, alimentos, fines recreativos y médicos. Sin embargo, el cultivo de cannabis está sujeto a un estricto control y regulación en muchos países debido a sus efectos psicoactivos. Tradicionalmente, el cannabis se cultiva a partir de semillas y esquejes. Estas tecnologías todavía se utilizan principalmente en la mayoría de las instalaciones de cannabis debido a su simplicidad.
Sin embargo, no ofrecen un enfoque viable para los productores comerciales. Las plantas de cannabis son susceptibles a una variedad de enfermedades fúngicas y virales. Aproximadamente el 90% de las plantas de cannabis de California padecen una infección por HpLVD (viroide latente del lúpulo), lo que afecta el rendimiento del producto, la producción y la cadena de suministro. Estos desafíos pueden superarse mediante el uso de técnicas de cultivo de tejidos.
Esta técnica se realiza en condiciones completamente estériles, lo que permite a los productores producir plantas libres de enfermedades. Es importante recordar que esta tecnología también resuelve los problemas de espacio asociados a los métodos agrícolas tradicionales. El cultivo de tejidos no requiere de grandes espacios para mantener la planta madre o las plantas en diferentes etapas. Puede apilar frascos de plantas de cultivo de tejidos en estantes para ahorrar mucho espacio para otras tareas.
Este artículo proporciona una breve historia y un enfoque del cultivo de tejidos de cannabis y profundiza en la comprensión química de la planta. Historia del cultivo de tejidos de cannabis Las aplicaciones del cannabis han sido descuidadas durante muchos años debido a su uso como droga psicoactiva.
En 1912, el cannabis estaba severamente restringido en varios países, incluidos Canadá y Estados Unidos. Los primeros pequeños estudios han demostrado que puede usarse para tratar varias afecciones, incluidos los trastornos del espectro autista, la ansiedad, el dolor crónico y las convulsiones. Sin embargo, las restricciones al cultivo de cannabis han ralentizado (y en algunos casos incluso detenido) el progreso en la investigación y comercialización del cannabis. Esto ha creado varios desafíos a la hora de estudiar los aspectos médicos, agronómicos, hortícolas y biotecnológicos de esta planta.
Sin embargo, en 2014 el cannabis fue legalizado nuevamente en muchas partes del mundo debido a sus beneficios medicinales y recreativos, con algunas pautas, regulaciones y controles. Es una planta de rápido crecimiento, que normalmente alcanza los 6 metros de altura en su hábitat natural. Las plantas varían en altura según el entorno en el que crecen. Por ejemplo, las plantas de cannabis que crecen en regiones templadas son relativamente bajas en comparación con su hábitat natural.
Las dos primeras hojas de una planta de cannabis se colocan una frente a la otra cuando comienza a crecer, pero la disposición de las hojas cambia con el tiempo a medida que la planta crece. Las hojas tienen dedos y miden entre 5 y 11 cm de largo. Aunque es dioica, no se conoce el sexo hasta que florecen las flores. Las plantas masculinas de cannabis generalmente no se utilizan como plantas medicinales debido a su bajo contenido en cannabinoides (compuestos secundarios utilizados en la producción de medicamentos).
Proceso de cultivo de tejidos de cannabis El cultivo de tejidos de cannabis es la propagación clonal de plantas en un ambiente estéril y controlado. Esta técnica se utiliza principalmente para extraer compuestos secundarios de las plantas, principalmente cannabinoides, y se utiliza en laboratorios clínicos para tratar muchas enfermedades. Las técnicas ampliamente estudiadas para el cultivo de tejidos de cannabis incluyen la inducción de callos y la transformación del cáñamo mediada por Agrobacterium.
El cultivo de tejidos de cannabis implica varios pasos que son importantes para una propagación y cultivo exitosos de las plantas.
Estas fases incluyen:
- Iniciación: El proceso comienza seleccionando un explante adecuado, que es un trozo de tejido vegetal, como un brote o la punta de una hoja, de una planta madre genéticamente deseable y libre de enfermedades. Esterilizar el explante para eliminar contaminantes y colocarlo en medio estéril.
- Proliferación: durante esta etapa, el explante sufre una rápida división y proliferación celular. Los explantes se transfieren a un medio fresco que contiene reguladores del crecimiento como citoquininas y auxinas que promueven la formación y proliferación de brotes. Esto da como resultado la formación de múltiples brotes o microbrotes.
- Enraizamiento: una vez que haya una cantidad suficiente de brotes, transfiéralos a un medio de enraizamiento que contenga auxina para estimular el enraizamiento.
- Aclimatación: Una vez establecidas las plántulas, aclimatelas cuidadosamente al ambiente externo. Esto implica exponerlos gradualmente a las condiciones ambientales y ajustar las condiciones de humedad, temperatura e iluminación para garantizar una transición exitosa de ambientes in vitro a in vitro. Las plántulas adaptadas pueden luego trasladarse a un invernadero o campo para su mayor crecimiento y desarrollo.Durante estas etapas, técnicas asépticas estrictas, una formulación adecuada de nutrientes y un control ambiental preciso son esenciales para mantener la salud y el vigor de las plantas de cannabis cultivadas en tejidos. Estas técnicas permiten la producción en masa de plántulas genéticamente idénticas que pueden utilizarse para cultivos comerciales, programas de mejoramiento y fines de investigación.
